por Ricardo Salton
Publicado en Ambito Financiero
15 de marzo de 2010
María Volonté no es convencional y allí está su mejor virtud. A su voz impecable y sensual le agrega una búsqueda que la lleva a romper siempre con el molde.
Su último disco se llama «Sudestada» y fue editado en 2007. Ya allí, María Volonté, que hace unos años se ha radicado en California, empezó a mostrar un vuelco fuerte respecto de lo que venía siendo su trabajo anterior. Hace años la conocimos como cantante de fados portugueses. Después, tomó la senda del tango y se convirtió en una de las voces femeninas más representativas del género. Hizo su versión -muy buena- de la operita «María de Buenos Aires» de Piazzolla y Ferrer, y experimentó en muy diferentes variantes de arreglos y acompañamientos para la música rioplatense.
El siguiente paso fue un acercamiento al folklore argentino, al candombe uruguayo y a otros repertorios latinoamericanos. Y finalmente se atrevió a mostrar sus propias creaciones. En el presente -en un ciclo que la muestra de paso por Buenos Aires-, ya no quedan fados ni tangos en su repertorio; y lo que será su próximo álbum -probablemente grabado este año- dará cuenta de este proceso.
Lo que se escuchó en Jazz Voyeur combinó un tema de Gardel -pero no un tango sino el bolero «Cuando tú no estás»-, clásicos como «Pequeña», «La flor de canela» y «Gracias a la vida», «Yo soy María» -de la mencionada operita de Piazzolla-, «Vuelvo al sur» -de la película de Pino Solanas- y unas cuantas canciones propias. De ellas, vale la pena rescatar muy especialmente «Ituzaingó», una pieza emotiva que cantó acompañada por su hermana Liliana Pasquinelli- «Candombe bailador», escrita junto al uruguayo Daniel Maza, y «El beso azul», un trabajo muy logrado con remide Violeta Parra.
Pero Volonté no es convencional en su modo de cantar, y allí está su mejor virtud. A su voz impecable, dulce, prolija, sensual, le agrega una búsqueda que la lleva a romper siempre con el molde. Así, el blues se mete en la canción chilena, la milonga en el aire tanguero, el jazz en el vals peruano. Y las diferentes combinaciones de instrumentos -a veces, inclusive, se acompaña exclusivamente con su guitarra- van dando colores variados y sorprendiendo a lo largo del concierto.
Un renglón aparte merece el excelente trabajo del bajista Jorge Rabito, una base fundamental para esta banda más heterodoxa de la Volonté actual.
Actuación de María Volonté (voz, guitarra). Con Joaquín Sellan (piano), Fabián «Sapo» Miodownik (batería) y Jorge Rabito. Invitada: Liliana Pasquinelli (voz). (Jazz Voyeur; todos los viernes).
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